jueves, 29 de agosto de 2013

¡¡Vaya vuelta (2)!!

¡¡Qué bonita iba la mañana del 27 de julio!!
La mañana había amanecido fresquita y con alguna nube amenazadora sobre los montes que me acompañan cada despertar. Me levanté prontito, tal vez por las ganas de completar el Desafío Mirlo 2013, una ruta por preciosas carreteras que nos conocemos de cabo a rabo. Con tantas ganas que me puse delante del ordenador y resucité este rincón casi privado.
Cuando desperté a Eva nos preparamos como siempre y salimos a las 7:30 para acercarnos al Mirlo Blanco en Gasteiz a encontrarnos con los demás y redesayunar (perdón por el "palabro"). Allí nos encontramos con los habituales de estas guerras como Diego, con viejos amigos como mi buen co-penitente Iñaki-Fonnia, Dani -hermano pequeño de Txemi, un gran amigo de la infancia, y que igual hacía 25 años que no nos veíamos pero que nos reconocimos al instante-, o conocimos a nuevos compañeros de ruta.

Antes de hacernos a la carretera; yo de lado hablando con Dani.

Después de un café y algo sólido en el Mirlo, el plan inicial era llegar al primer control, en San Juan de Gaztelugatxe, sobre las 10:30.




Paco dando los últimos consejos ante la atenta mirada de la concurrencia.
Decidimos ir por Barazar por donde Diego nos llevó a "su" ritmo. En Usansolo, justo a pie del Hospital me puse yo por delante y llevé a los 5 compañeros que íbamos juntos por el alto de Morga y después por la carretera a Mungia.
Irónicamente, al pasar por la desviación hacia Arrieta le pregunté a Eva si le importaba volver a pasar por el sitio que nos caímos en diciembre (esto irá en otra crónica), a lo que ella me dijo que alguna vez tenía que ser la siguiente, pero seguimos de largo porque se nos haría demasiado tarde para llegar a Gaztelugatxe. Llegamos hasta la rotonda de entrada a Mungia y seguimos por Sollube y entramos a Bermeo. Llegamos al punto en que teníamos que girar a la izquierda para desviarnos hacia Gaztelugatxe, marco con el intermitente, giramos, miro un momento hacia atrás para comprobar que todos venían correctamente, vuelvo a mirar adelante... y ahí estaba el suelo, golpeándonos con violencia a la Varadero, mi hombro y la pierna de Eva.

Fin del Desafío Mirlo 2013...
... y comienzo de la recuperación 

Lo primero al caer al suelo fue un dolor tremendo en el hombro... pero sobre todo el ver a Eva que no se movía y no respondía a mis llamadas. El cuerpo humano es muy sabio y Eva había perdido el conocimiento por el shock del golpe.

Lo que viene después no es cuestión de dar demasiados detalles.
Muchas gracias a Jose-Caponord por todas sus atenciones en la caída y los días posteriores, y a todos los que nos ayudasteis de alguna manera en aquel trance. Y por supuesto muchísimas gracias a Diego, compañero de muchos km, pero también de estas fatigas, y que no se despegó de nosotros hasta que salimos del Hospital de Galdakao camino de Dulantzi. De hecho, la Varadero -que salió casi ilesa del percance- descansa junto a la GS en el garaje de diego en la capital.

Ahora, un mes después, Eva está hasta las narices de la escayola (le queda una semana más) y yo estoy a punto de comenzar una rehabilitación que se prevé larga y no exenta de penurias. Si bien podré empezar a trabajar dentro de unas semanas, la rehabilitación parece que será de varios meses, y el dolor seguirá más allá.

En fin, paciencia, que de eso voy sobrado.

VVVVVVak guztiontzat -/- VVVVVs para todos. 

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